Riego, Sustentabilidad y Cuidado de Activos 

22 Jul 2025

En Faro Verde entendemos que el riego es una herramienta clave para estabilizar los rendimientos agrícolas y mejorar la rentabilidad del negocio agropecuario. Sin embargo, como toda intervención sobre los ecosistemas, requiere de un manejo responsable para evitar impactos negativos. 

Frente a este desafío adoptamos una estrategia integral que combina tecnología, buenas prácticas agronómicas, planificación rotativa y diagnóstico técnico para garantizar un uso sustentable del agua y la preservación del recurso suelo, nuestro principal activo. 

Una de las principales externalidades asociadas al riego en la zona de Pieres es la acumulación de sales de sodio. Estas sales están disueltas en el agua subterránea y cuando regamos las depositamos sobre la superficie. Dado su efecto dispersante, su acumulación deteriora la estructura del suelo, reduciendo la infiltración, generando compactación y favoreciendo la formación de costras. 

Un sistema rotativo para un riego responsable 

Para mitigar este efecto, implementamos un sistema de riego rotativo calendarizado. Cada equipo de riego (pivote) opera en distintos circuitos con múltiples posiciones, permitiendo disminuir la frecuencia de riego en cada lote. La acumulación de sales está directamente relacionada con la cantidad de agua aplicada y su concentración de sales; por eso, este sistema permite “desintensificar” el uso del riego sin perder eficiencia productiva. 

Actualmente, manejamos circuitos con duraciones de 3, 4 y 5 años, en los que cada posición se riega solo una vez durante ese período. 

Esquema de Circuitos de Riego en El Potrero del Moro y De Antón 

Siembra directa: protección física del suelo 

Además del efecto químico que genera la acumulación de sodio, el impacto físico de la gota de agua en un suelo desnudo puede romper los agregados, tapar los poros e impedir la infiltración. Esto no solo reduce la eficiencia del riego, sino que también incrementa el riesgo de erosión. 

Para evitarlo, implementamos siembra directa en toda la unidad productiva, una práctica que protege la superficie con cobertura vegetal, preserva la estructura del suelo, mejora la infiltración y reduce la evaporación. 

Otra herramienta clave en nuestra estrategia es la incorporación de cultivos de servicio, que se desarrollan entre dos cultivos de cosecha tradicionales. Estos cultivos, que a veces son multi especie, no se destinan a cosecha de granos sino que brindan servicios ecosistémicos: mejora en la cobertura del suelo, aumento de biodiversidad, desarrollo de sistemas radiculares activos, aportes de materia orgánica, entre otros. 

Las raíces vivas favorecen la formación de agregados estables y al descomponerse, dejan macroporos que mejoran el ingreso y movimiento del agua en el perfil del suelo. 

Cultivo de Servicios de Avena y Vicia creciendo sobe un rastrojo de cosecha de maíz 

Como parte de la mejora continua en nuestra forma de trabajo, este año iniciamos un proceso de diagnóstico profesional de salud de suelos comparando zonas con y sin riego. A través de análisis como RAS, infiltración, densidad aparente, resistencia a la penetración, Ph, CIC, fósforo y materia orgánica, buscamos establecer, para cada combinación de calidad de agua y uso histórico, una lámina máxima de riego admisible.  

Equipo profesional realizando análisis de infiltración en El Desquite

Esto nos permitirá garantizar la sustentabilidad del sistema, sostener altos niveles de productividad y márgenes en el tiempo, y cuidar el activo más valioso: el suelo. 
En Faro Verde asumimos la responsabilidad de producir con eficiencia, pero también con visión de largo plazo. Nuestra estrategia de riego busca maximizar resultados sin comprometer los recursos naturales. 

El suelo sano, el uso racional del agua y la tecnología aplicada con criterio son los pilares que nos permiten avanzar hacia una agricultura verdaderamente sustentable.